INTRODUCCIÓN


Es importante destacar  el impacto negativo de los alimentos transgénicos derivados de los monocultivos en la población consumidora y asimismo como los monocultivos afectan la biodiversidad de un ecosistema al punto de convertirse en un modelo de cultivo perjudicial en lugar de uno eficiente duradero y rentable.

Un monocultivo es el modelo de producción basado en la artificialización y homogeneización de los sistemas productivos. Este modelo está caracterizado por la aplicación de tecnologías de alto costo energético y es considerado como uno de los logros más importantes de la humanidad para enfrentar los problemas del hambre y la pobreza. 

Al analizar los impactos socio-ambientales de los monocultivos después de más de 40 años de aplicación de este modelo de agricultura se encontró que no solo no ha resuelto los problemas de la pobreza y del hambre sino que también ha generado una crisis ambiental y social y ha tenido impactos negativos en la seguridad alimentaria y la biodiversidad.

Según varios estudios revisados, en los últimos años los seres humanos han transformado los ecosistemas más rápido que en ningún otro periodo de tiempo. Esto ha generado una pérdida considerable e irreversible de la diversidad de la vida sobre la tierra, por ejemplo la deforestación que pone en peligro la conservación del agua, suelos, flora y fauna, etc. Ocasionando fuertes impactos como inundaciones, sequías, erosión del suelo, contaminación de ríos, lagos, la aparición de plagas y cambios en las cadenas alimenticias de los ecosistemas.

La agricultura de monocultivos se ha expandido por la globalización y con ellos las trasnacionales han ampliado su influencia y control en el mercado de insumos agrícolas y semillas.

El 80% del mercado de los monocultivos es controlado sólo por siete compañías, lo cual representa un verdadero peligro para la seguridad tecnológica y la seguridad alimentaria.

Muchos ven a la agricultura de los monocultivos como una estrategia para satisfacer la demanda de alimentos debida al incremento de la población mundial pero por el contrario causó muchos impactos negativos en los ecosistemas, algunos de estos son: 
  • Altas tasas de deforestación, eliminación de la cobertura vegetal, pérdida de la fertilidad del suelo y erosión de grandes áreas naturales.

  • La intensificación del uso del suelo llevó a un mayor requerimiento de fertilizantes sintéticos de diferentes tipos como fuente de nutrientes, provocando problemas en la fertilidad química como la acidificación y la salinización del suelo y pérdida de su fertilidad biológica.

  • La homogenización del sistema productivo significo la reducción de los componentes productivos del predio, generando la pérdida de biodiversidad y la erosión genética.

  •  El uso tecnológico de la agricultura convencional, es causante de los problemas de contaminación en los suelos, el agua y el aire.

  • Con la expansión de la agricultura de los monocultivos se extendió ampliamente el uso de los agroquímicos, provocando el incremento de la resistencia de los insectos a los plaguicidas en los últimos 50 años.

  • Este modelo se ha convertido en uno de los causantes primarios del desequilibrio de los agro-ecosistemas con altos costos sociales y ambientales.

  • La nutrición y la seguridad alimentaria han estado relacionadas directamente con la diversidad productiva y con la expansión del monocultivo.

  • Con el monocultivo la estabilidad económica de los productores es vulnerable por la inestabilidad de los precios en el mercado y por los riesgos ambientales.


Monsanto y los Transgénicos

Otra problemática de los monocultivos son los alimentos transgénicos que,  es aquel que ha sido modificado en su ADN para obtener características deseables en términos de producción , así como la resistencia a herbicidas y cambios climáticos , es decir , los modifican para que sean más resistentes a cambios tanto físicos y químicos dentro del cultivo. Esto se realiza mediante la biotecnología. Esto tiene ventajas y desventajas, en la primera cabe mencionar que a los alimentos transgénicos, se les puede añadir otro tipo de nutrientes que antes no contenía, la segunda, afecta al ecosistema al desechar químicos al ambiente para la modificación del alimento.

 “Monsanto es el segundo productor mundial de agroquí-micos y uno de los principales proveedores de semillas. Su fusión con America Home Products hará de ella el mayor vendedor de alimentos de los EEUU. Monsanto introdujo la primera generación de cultivos transgénicos y es hoy es el principal proveedor de semillas transgénicas en Latinoamérica, EEUU y Canadá. Los cultivos de sus semillas representan más del 90% de todos los cultivos transgénicos del mundo. Durante la Guerra de Vietnam, las fuerzas militares estadounidenses utilizaron el “Agente Naranja” fabricado por Monsanto para destruir definitivamente los ecosistemas de la selva tropical vietnamita.

La urgencia de Monsanto por liberar sus semillas en América Latina se debe al rechazo de Europa a los cultivos transgénicos. A diferencia de lo que aquí ocurre, Europa aplica políticas protectoras de la salud y el medio ambiente. La noticia también es mala por otras razones. Los cultivos transgénicos dañan la flora, la fauna, el suelo y la salud humana. Hasta ahora ninguna empresa biotecnológica ha podido probar la inocuidad de los transgénicos en la salud humana y animal. Por el contrario, cada vez hay más estudios que demuestran que son una gran amenaza para la salud y la naturaleza”1

 
Para enfrentar estos problemas muchas organizaciones comprometidas en el desarrollo sostenible han estado desarrollando una serie de estrategias de transición para generar cambios tecnológicos en la agricultura en América Latina.
El concepto de sostenibilidad es útil para el desarrollo integral del agro, porque contiene un conjunto de preocupaciones sobre la agricultura concebida como un sistema económico, social y ecológico. En este sentido la agricultura sostenible es una alternativa programática  frente a la agricultura convencional y al monocultivo.

Este tipo de agricultura intenta proporcionar rendimientos sostenidos a largo plazo, mediante el uso de nuevas tecnologías de manejo que integren todos los componentes del predio para mejorar la eficacia biológica del sistema, mantengan la capacidad productiva del agro-ecosistema, conserven la biodiversidad y generen condiciones favorables para que el sistema se autorregule.

Para llegar a esto se tiene que cumplir con los siguientes propósitos:

  • Producción diversificada, estable y eficiente.
  • Seguridad y autosuficiencia alimentaria.
  • Uso de prácticas agroecológicas o tradicionales de manejo.
  • Preservación del conocimiento local.
  • Gestión del predio sobre la base del aprovechamiento de los recursos naturales

No se puede lograr realizar simultáneamente todos los objetivos en el manejo del predio ya que no es fácil obtener a la vez alta producción, estabilidad y equidad. El proceso es lento porque un sistema degradado requiere recuperarse.

La liberación de los transgénicos trae consigo la contaminación genética de las especies vegetales naturales, hace peligrar la semilla nativa y la agricultura orgánica, incrementa sustancialmente la dependencia de los agricultores locales y eleva el precio de los alimentos. De ahí que la Unión Europea no admitiese el ingreso de los transgénicos a sus mercados. El cultivo de una semilla Monsanto produce, una vez, lo que se busca producir. Pero las semillas de esos vegetales son infértiles: si quieres volver a sembrar el mismo vegetal, tienes que volver a comprarle semillas a Monsanto. De ese modo el productor se transforma en un cliente cautivo.